4. EL TRISTE REGRESO


Algo nos queda…
23 de julio. Martes.

Itinerario: Ribe-Area de Wildeshausem (Alemania)
Lugares de pernocta: Area de Wildeshausem (52.90039N;8.42741E).
Km: 584

La noche ha sido tranquila. A las 8,30 nos movemos y como ayer la iglesia estaba cerrada decidimos regresar. Y seguimos descubriendo rincones encantadores de esta ciudad, con casitas pequeñitas, como las de los cuentos de Andersen, de entramado de madera y ladrillo, pintadas de rojo o amarillo mostaza. Todas pequeñas, de una altura y muchas con hermosas flores a las puertas, rosas, margaritas, malvas o cualquier otra pequeña flor que pueda ser cultivada. Algunas buscan espacio para saliendo entre los adoquines de las calles.  

A las 9,30h la iglesia sigue cerrada y vemos que abre a las 10 así que decidimos perdernos un poco más por sus callejuelas. Localizamos una pastelería y echamos un ojo a lo que parece algo similar a un estrudel. Para la vuelta.

Envueltos en la magia de este lugar, sumidos en una tranquilidad total que nos permite oir el eco de nuestros pasos cuando caminamos por sus empedradas calles y regresar unos cuantos siglos atrás, nos dan las 10 y a esa hora exacta abren la puerta de la catedral. Aprovechamos ser de los primeros para escalar los 27 metros de su torre y acceder a unas hermosas vistas de la ciudad, que desde arriba se ve ordenada y limpia.

Descendemos y paseamos por dentro. Del siglo XII y con numerosos frescos de varias épocas y como todas las protestantes, de decoración muy escasa.

Ya en la plaza entramos en una  tiendecita y  “picamos”. Compramos algunos caprichos que tienen un precio asequible a nuestros bolsillos. Y de aquí a la pastelería donde compramos ese bollo algo parecido a un estrudel y una cajita de pastas para los chicos. Ahora nos quedan unas 40 koronas en monedas y tenemos que deshacernos de ellas, pero posiblemente en nuestro siguiente y último destino, Haderslev, podamos necesitar para el aparcamiento, así que las guardamos y ponemos rumbo a esta ciudad de la que tan solo nos separan 50 km.

Y aquí tenemos alguna dificultad para aparcar ya que donde tenía localizado un aparcamiento, no tiene tamaño suficiente para nosotros por lo que la dejamos en la misma vía principal con el tiempo limitado a 30 minutos y nos dirigimos a la calle Slotsgade, a su número 20 que tiene una bonita casa de entramado de color rojo del XVI y que localizamos cercana a través del navegador.

Aunque en la ciudad encontramos alguna que otra casita más, no es nada parecido a Ribe. Parece que en el tiempo ha perdido el encanto del pasado y el presente se ha adueñado más de ella. Quedan resquicios aislados, pero nada destacable ni comparable a Ribe. Así que a nuestro juicio, prescindible, aunque a nosotros nos pillaba de regreso. Visitamos su catedral, gótica y cuyo interior nos resulta muy luminoso debido al blanco encalado de sus muros y a sus elevadas ventanas. Destaca el púlpito, pero sobre todo el órgano que ha sido restaurado recientemente.
Con nuestras 40 Koronas nos dirigimos a un mercadillo donde compramos un trozo de queso y las monedas que nos restan se las entregamos a un frutero a cambio de cerezas, las que nos dé por ese importe ya que dejamos el país y no tenemos más.  Y así se lo decimos. Están a unos 6 €/kilo y nos da más  de las que nos correspondería por el importe entregado. Con una bonita sonrisa nos dice que  le demos lo que nos falta al año que viene, cuando regresemos. Me gustan los daneses. Les creí más serios, mas distantes, pero tienen sentido del humor, son cercanos y amables. No tienen ese carácter frío que suele caracterizar a  los pueblos eslavos.


Y hacemos un último experimento: le ponemos las coordenadas de un museo al aire libre que hay en Dalgade (55º15’14.33”N;9º29’53.30”E) y que parece que agrupa varias viviendas del siglo XVII. Y lo encontramos sin dificultad, aparcando con la misma facilidad.

Es un conjunto de unas cuatro casas y un molino que se pueden visitar interiormente y que conservan, al igual que todos estos museos al aire libre, los utensilios y herramientas de la época. Como no hay explicaciones en otro idioma que no sea el danés, nos tenemos que imaginar muchas cosas. Así nos fijamos especialmente en un molino al que le faltan las aspas pero que Angel me dice que tiene toda la apariencia de poderse girar por completo buscando la orientación del viento a través de una enorme viga. Observamos también unas estacas que forman un círculo perfecto alrededor de este molino por lo que suponemos que debe ser para asegurar esta viga. No hay nadie, ni visitando este rincón, ni para explicar o vigilar nada.
Y a las 13,30 h comienza nuestro triste regreso, cuyo destino para hoy hemos fijado en el área de Wildeshausem al sur de Bremen, el mismo lugar en que estuvimos tan solo 20 días atrás, cuando íbamos en busca de nuestro sueño de verano.

Este era ya el principio del final de este viaje que tiene algo de iniciático, en el que me he enfrentado a mi pasado y he podido mirar de frente y con ilusión al futuro.

Y a las 20,10h estamos en el área, sin nada destacable excepto un monumental atasco a la altura de Hamburgo y por suerte en sentido contrario. Kilómetros y kilómetros de vehículos completamente parados detrás de dos furgonetas de la policía. Como la otra vez, esta casi completa y no tenemos sitio en los mejores emplazamientos que disfrutan de hierba.

Ha sido un viaje delicioso en muchos aspectos. El recorrido ha transcurrido por hermosos paisajes noruegos donde el agua ha sido la protagonista indiscutible:  entregándose al vacío en saltos mortales, remansada en claros espejos que reflejaban toda la belleza del entorno multiplicándola por dos, contenida entre orgullosas cimas que se estiran hasta rozar el cielo, rebelde a las estaciones, resistiéndose a entregarse a la dulzura del agua conteniéndose en blancas manchas que dejaron de ser inmaculadas, o corriendo cantarina y alegre a reunirse con el agua salada del fiordo

Y de la belleza salvaje noruega nos hemos suavizado en las tierras danesas, donde Copenhague nos ha seducido por su juventud y ganas de vivir y sus gentes por su amabilidad y simpatía. Su rica cultura nos ha sorprendido y atrapado hasta sentirnos desbordados.

Porque en Noruega la naturaleza ha sido generosa en belleza, pero también exigente y dura.

Ha sido un viaje en el que mucha gente me ha acompañado y ha habido momentos en que han estado muy cerca de mí, acariciando suavemente mi corazón, y donde también, los he echado mucho de menos, sobre todo a mis hijos, a los que hemos dejado luchando por abrirse su propio camino, y a nuestra amiga peluda, Tula, también peleando contra su enfermedad.

Ahora vamos camino de terminar nuestro sueño de verano y de reunirnos con ellos, con todos, y de abrazarles en la realidad y no en mi sueño.

Sin son las 15,00 estamos en Bélgica.
24 de julio. miércoles.

Itinerario: área de Wildeshausem-Verneuil (Francia)
Pernota: Area de Verneuil (49º5’42”N;3º40’ 44”E)
Km: 690

Verneuil (Francia).
Hemos salido temprano, pero nos hemos ido entreteniendo, primero cargando y descargando agua, e intercambiando impresiones e información con una pareja que viaja con destino a Noruega en una autocaravana alquilada ya que vienen nada más y nada menos que de Australia!!! -y entiendo bien y no de Austria- y luego digo yo que estoy lejos de casa...luego en el “Aldi” a comprar pan y alguna ensalada alemana (confieso mi debilidad por ellas), luego a trazarle al navegador la ruta adecuada para que evitara los conflictivos nudos de Colonia y después echando gas-oil....Con esto, nos hemos puesto en la carretera cerca de las 10,30h. Nuestra meta para hoy era repetir en Chateau-Thierry pero....estamos en otro sitio en Verneuil (49º5’42”N;3º40’ 44”E), en una bodega de champagne que tiene un área para autocaravanas. Esta a tan solo 20 km de Chateau-thierry pero pensamos que seguramente a las horas a las que llegarámos sería fácil que estuviera llena y ésta, no se desviaba mucho de nuestro camino. Si no nos gustaba, a otra.

Pero ha resultado ser un sitio estupendo. Junto a la carretera, a la sombra de cerezos que están cargados de este fruto y sobre hierba. Tiene todos los servicios, muy cuidado y limpio. Delicioso. Cuando hemos llegado estábamos solos y hemos cogido al viticultor casi yéndose a casa pero se ha ofrecido a enseñarnos la bodega cuando le he preguntado por el precio del champagne. Aunque  me encanta el cava,  el champagne es para mi “néctar de dioses”. No me han parecido caros para lo que valen en España, así que hemos salido con unas botellas una ya predestinada y  muy adecuada para celebrar nuestro ”primer cumpleaños”. Y nos ha cobrado también 7 euros por pernoctar, aunque yo había leído que era gratuita. A lo mejor el que lo puso cuando llegó no estaba el dueño. Pero bueno, además podemos coger el postre de los árboles, que es lo que hemos hecho, disfrutando además, de dos variedades de cerezas.

Ahora estamos disfrutando de paz, sentados en una mesa de madera con bancos, con una camper alemana cerca y escuchando solo el sonido de los pájaros cuando no pasa de vez en cuando algún coche. La temperatura ha bajado y se puede estar. Es el broche ideal para esta viaje que casi roza la perfección

Y el título lo único que indica es que hemos desayunado en Alemania, comido en Holanda, casi podríamos haber tomado café en Bélgica y el té en Luxemburgo, para terminar cenando en Francia y casi con champagne, si no llega a ser porque a Angel no le gusta y no tengo con quien compartirlo.

Cruzar Alemania ha sido fácil y milagrosamente no hemos encontrado ningún atasco, aunque esta vez nos hemos desviado más hacia el oeste evitando aun más el nudo de Essen y Colonia.
En Luxemburgo hemos ido a echar gas-oil y nos hemos encontrado con la sorpresa de que era más caro que en Alemania. Menos mal que no nos desviamos a la ida...o hemos pillado la gasolinera más cara del país del que, por cierto, nos hemos sacudido el polvo porque vaya carreteras....!!!

Las campanas del reloj lejano marcan las 9. Dentro de poco a cenar y dormir, pero la temperatura es deliciosa y solo se oyen los pajarillos y el tecleteo de mi ordenador....

La France. 
25 de julio Jueves.

Itinerario: Area de Verneuil -Biscarrose (Francia)
Pernocta: Biscarrose. 
Km: 780

Noche tranquila. Nos disponemos a partir, pero se acerca nuestro vecino alemán y se dirige a nosotros hablando…alemán. Le digo que no le entiendo y que hablo un poquito de inglés. Dice que él también…y continúa….en perfecto alemán con alguna palabra suelta en inglés…Pero a él le da igual. Han estado viajando por Cataluña y el País Vasco y tiene una tremenda curiosidad por entender algo de los nacionalismos. ¡Toma! ¡y yo! Y pretende que se lo explique…y todavía no sé en qué idioma…

No obstante es curioso como cuando uno saca de su cabeza que tiene que comunicarse con otra persona en inglés, es capaz de entenderse sin que ninguno de los dos compartan un idioma, sencillamente mirando a los ojos y a la cara de su interlocutor, ayudado por las manos, y poniendo mucha buena intención. Así que nos cuenta que trabaja en grandes petroleros. Es técnico de máquinas de esos gigantescos barcos, hablamos de accidentes, del Prestige, y nos pregunta por nuestros empleos, por la situación en España…en fin, intercambiamos información, con más o menos trabajo, pero lo conseguimos.


Tenemos que partir así que nos despedimos de ellos y ponemos rumbo al sur. Intentaremos dormir cerca de Labenne, pero las horas corren más rápido que nosotros, que por otra parte no tenemos prisa alguna, y la tarde avanzada nos sorprende por Biscarrose, así que decidimos dirigirnos a un area de pernocta.

Pero en nuestro camino encontramos una acampada “sauvage” en una hermosa pinada al borde la playa. Y creo recordar que aquí hemos estado así como 12 años atrás. Entramos. Hay muchas y el sitio es escaso, pero después de dar un par de vueltas encontramos un rinconcito donde quedarnos. Decidimos estirar las patitas en la playa y mientras nos acercamos a ella envío un SMS a mi amigo Kike en Burgos por que posiblemente a la hora de comer estemos cerca de esa ciudad.


Es una hermosa playa cerrada por una impresionante duna de varios metros de altura. Damos un delicioso paseo por ella mientras que contemplamos como el sol desciende para ir enterrándose poco a poco en las aguas del atlántico inundándolo todo con su dorada luz. El momento es mágico y único y conseguimos captar con nuestra cámara algo de la esencia de estos minutos.  Contemplo el horizonte mientras paseo por la playa, sintiendo la fría agua del océano rozando mis pies en un delicioso “vaivén” y la brisa del atardecer acariciándome suavemente el rostro. Y Angel  consigue en una fotografía, recoger algo de la paz que ahora rebosa mi alma: paz conmigo misma y con el exterior. También, por qué no decirlo, cierta nostalgia, y el reflejo de mi sueño vivido en mi mirada…

Regresamos mientras que el color del cielo se torna plomizo y amenaza lluvia, que descarga un poco después con efectos luminosos y sonoros que no nos impiden caer rápidamente en brazos de un reparador sueño.


Por tierras de Burgos a casa.
26 de julio, viernes/27 de julio, sábado.


Itinerario: Biscarrose-Burgos-Segovia-Madrid
Pernocta: Boadilla del Monte
Km: 700

Después de la tranquila noche, abandonamos la pinada mientras que la mayoría aún dormía, para después de circular un tiempo por carreteras locales, tomar ya la autovía que nos dirige a la frontera  y desde aquí por la N-I a casa. Mi amigo, que ya se ha hecho burgalés de adopción, no ha respondido a mi mensaje y hago varias llamadas que no obtienen respuesta. Nuestra idea era compartir nuestra comida con él y seguir camino a casa.

A las 14,30 paramos en un …iba a escribir “area” o “zona de descanso” en la autovía, pero realmente es un secarral con escaso o nulo arbolado donde intentamos escondernos para dar cuenta de nuestra comida. Pero como soy muy persistente, hago una última llamada y ésta sí que es respondida así que sobre la marcha decidimos aplazar la comida hasta que lleguemos a su encuentro en su lugar de trabajo, recogerle y buscar un lugar adecuado donde disfrutar de nuestra mutua presencia y de lo que quede para comer, porque ya a estas alturas del viaje casi hemos acabado con las reservas.  

Y así lo hacemos y terminamos comiendo bajo la sombra de un árbol en el monasterio de San Pedro de Cárdeña. Tarde y lo que había, pero eso era lo de menos si se trata de disfrutar de la buena compañía que da la amistad. Y las 17 horas nos sorprendieron en la sobremesa, en agradable y divertida conversación, así que tuvimos que regresar, dejándole cerca de su casa para que ambos, cada uno por su lado, regresáramos  a buscar el calor de nuestras familias en Madrid. Pero a nosotros nos quedaba aún una parada en un pueblo segoviano a visitar a una compañera de Angel que pasaba los veranos en su pueblo natal.

Y para allá fuimos y volvimos a disfrutar de la amistad y de su hospitalidad en una preciosa casa con una sencilla y deliciosa cena que nos había preparado sobre la marcha con todo su cariño. Y la noche nos sorprendió…y cuando terminamos nuestro viaje en realidad era ya la madrugada del día 27 de julio de 2013, sábado…


El sueño había terminado con el mejor de los broches posibles: 
La Amistad.
 Pero no deseo finalizar sin regresar tan solo un breve instante a aquel segundo que cambió mi vida y que me regaló a la vez una segunda oportunidad y sin decir que hasta ahora no me arrepiento de NADA de lo que he hecho en mi vida. Tan solo...de lo QUE HE DEJADO DE HACER.

Y termino como he comenzado, cerrando un círculo que se abrió hace poco más de un año.
Muchos me habéis acompañado en este viaje y compartís mi camino.

Gracias por ello.



Resumen

Itinerarios:  Ribe-Area de Wildeshausem (Alemania)-verneuil (Francia)-Biscarrose-Burgos-Segovia-Boadilla del Monte.
Lugares de pernocta: 
area de Wildeshausem (Alemania)
Area Verneuil (bodega)
Biscarrose.
Km totales: 2.754

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