Juego en el tiempo.
14 de julio. Domingo
Itinerario: Gaupne-Sogndal-Manneheller-Fodnes (Ardalsfjorden.Ferry: 99 Kr)-Ardalstangen- Eidsbubarden-Oye
Stavkyrkje-E-16-Lomen-Fagernes
Pernocta: Fagernes (60º59´09.62"N;9º13´45.63"E). Gratuito
Km: 237
Estamos en
Fagernes.Y ahora ya, con la sensación de haber recuperado el tiempo y a 15
minutos de pasadas ya las 22 horas, me puedo permitir volver al relato del
domingo, dia 14.
Por segundo día
consecutivo hemos tenido problemas para encontrar un lugar agradable donde
pernoctar. Los aconsejados estaban en la carretera y eran algo solitarios así
que hemos seguido hasta aquí donde estamos ahora en una callejuela sin asfaltar
perpendicular al río.
Pero retomo el
hilo del relato desde Eidsbubarden a
donde hemos llegado desde Gaupne.
La carretera en sus inicios corre ancha y paralela al
fiordo hasta Ardalstangen pero según asciende se estrecha y comienzan los
túneles, algunos de los cuales carecen de iluminación y con longitudes de casi 3 km . Adentrarse en un agujero
totalmente a oscuras y con el ancho justo es algo claustrofóbico, por no decir
mucho. Pero luego el “rizo se ha rizado” ya que éstos estaban excavados en
plena curva y a la entrada de ellos nos
recibía una cortina de agua. Al menos
eran cortos, pero, como he dicho antes, en este país no puedes dejar de
sorprenderte ...siempre espera algo nuevo detrás de cada curva y si bien
algunas carreteras son especialmente duras, suelen ser también las más hermosas
y espectaculares.
La carretera
asciende sinuosa hasta llegar a un altiplano con un enorme lago rodeado de
montañas pintadas a grandes trazos de
nieve. Casitas de madera están desperdigadas rompiendo la monotonía de un
paisaje desarbolado y plano . Y pensamos que esto en invierno tiene que ser
impracticable y ahora en verano....con este
frío solo se puede leer y hacer punto. Todas las casas o casi todas, independientemente del tamaño,
tienen un mástil para la bandera, en algunas está subida y en otras no. Lo que
no vemos son cables de luz por lo que pensamos o que funcionan con grupos
electrógenos o que la línea de luz va enterrada. Algunas cabañas tienen placas
solares pero la mayoría carecen de ellas. Circulamos varios kilómetros por este
inhóspito paisaje viendo como el termómetro desciende por momentos. Ayer nos
sorprendimos cuando alcanzamos los 8ºC ,
pero hoy ya hemos bajado de esa temperatura.
Llegamos a la
desviación que nos dirige a Eidsbubarden
y la carretera desaparece para convertirse en una pista en buen estado y
suficientemente ancha, así que nos animamos. Y a los pocos metros aparece de
frente un autobús –lo dicho sobre la capacidad de “sorprenderse”- por lo que
busco donde esconderme y pliego el espejo retrovisor. Parece que al conductor
le ha gustado el gesto ya que una amplia sonrisa ilumina su rostro levantando
el dedo pulgar de su mano en señal de “bien hecho”.
Y aquí estamos, acompañados por buena
música -y ahora la más adecuada es la
clásica- una taza de té en la mano y el repiquetear del agua golpeando
suavemente los cristales y deslizándose por ellos. Y nosotros calentitos aquí
dentro....Solo faltan unas vistas completas sin la niebla que las cubre casi en
su totalidad, aunque tal y como está ahora, combinándose nubes deshilachadas
pintadas a grandes trazos de gris con otras bajas más blanquecinas descansando
sobre las cimas, descargando agua suavemente, la silueta de las cabañas
dibujándose sobre el fondo, el agua, la nieve, …todo el conjunto tiene una
belleza muy especial, algo excitante y casi sobrecogedora
Y su contemplación me sumerge en cierta sensación de irrealidad
invitándome a la reflexión y a la melancolía y caigo en ella. Y pienso en estos 14 días que llevamos de viaje.
Sintiendo…
A veces he tenido una auténtica necesidad de llamar
a algunos amigos, o más a mis hijos o familia más cercana. A veces una
necesidad desesperada, como nunca me había ocurrido. Los SMS son limitados,
lentos y no puedo transmitir lo que
siento. Y he necesitado, como necesito ahora, salir de mi y de Angel para
comunicarme con...el MUNDO. Por que desde que hemos salido de casa estamos
aislados, no sabemos nada de lo que pasa en el exterior, solo de los nuestros.
Y la sensación de soledad se ha ido agudizando según crecía la distancia. Estamos los dos, solo
los dos, para resolver todo aquello que nos pueda surgir. Tan solo el saludo
que nos intercambiamos cuando nos cruzamos con otra autocaravana nos acerca a
otros que andan dando tumbos por estos asfaltos divinos, igual que nosotros,
unos más cerca de su casa, como los alemanes, y otros más lejos, como los
italianos, de los que vemos muy muy pocos. Claro que españoles hemos visto
menos aún. Tan solo una autocaravana con la que intercambiamos cuatro palabras
en Voss en el aparcamiento nocturno y que esa misma noche decidieron irse a otro
sitio.
Viajar así, y recojo la maravillosa definición que
hizo nuestro amigo Carlos, es
desplazarte suavemente introducido en una burbuja de la que entras y sales
cuando quieres, tan cómoda y protectora como ella, pero también tan frágil como
en realidad es una burbuja. Me gusta agruparme para dormir. Me transmite
seguridad pero también cercanía.
Nuestras distintas burbujas se rozan levemente. Me gusta salir después de cenar
o por las mañanas, y saludar a cada
uno en su idioma, aunque solo sepa decirlo
en cuatro, y comprobar que pese a lo que indiquen las matrículas sobre nuestras
procedencias -a veces parece la sede la U.E .- todos compartimos un
mismo o parecido proyecto y tenemos similares inquietudes y que el idioma,
cuando reina entre nosotros un sentimiento de solidaridad, no es una gran
barrera .
Los italianos...los mas adorables. Los alemanes...a
veces resultan divertidos porque pese a su carácter frío y distante, cuando ven
un español parecen deshacerse de su
apretado y rígido “corset” y se
explayan... y les da lo mismo si les entiendes o no. Les resultamos simpáticos
y cercanos. Ellos hablan y hablan en salchicho, como diría nuestro hijo David y
si ven que pones cara de haba cambian el chip al inglés, y si no, les da igual
y pasan a acompañar su conversación con
las manos, los gestos...Y no deja de sorprenderme por qué entre ellos se
comunican tan poco…Es curioso como desaparecen las fronteras, las
nacionalidades, los estereotipos, cuando necesitamos comunicarnos...para pagar,
por ejemplo, un simple parquímetro...
Pero hace ya dos noches que dormimos solos, así que
tampoco podemos buscar apoyo en esta cercanía artificial. Pero con esto no
deseo quejarme. Esta sensación de soledad es relativa y también es única y
tardaremos mucho tiempo en encontrarnos así, pero echo de menos poder
comunicarme en algún idioma que no sea el inglés o hablar por hablar y no solo
para resolver algo (pagar un ferry, llenar depósitos de gas-oil o agua, usar
una vulgar tarjeta de crédito o
encontrar algo...).
Y esto también
une o destroza una pareja. La convivencia es estrecha e intima. 24
intensas horas, siempre juntos y como nunca, uno depende del otro...Y fuera de
nosotros y de esta burbuja artificial, lo que hay nos es ajeno. Y entonces,
fugazmente, me apetece traer a este sueño de realidad a mis amigos, a mis
hijos, a mi hermana, a mis padres...a los que quiero. Y compartir, y charlar, y
contarles lo que siento .. y sobre todo, estrecharles fuertemente entre mis
brazos ...pero no están aquí y solo
puedo hacerlo en mis sueños...Y me gustaría que se acordaran de mí como yo de
ellos...alguno incluso podría o puede sentirse molesto si desde la distancia le
llamo a mi lado.. Pero he de
comprender que no todos sienten como yo y necesitan como yo. Y como dice Angel,
el mundo no esta hecho ni funciona a mi medida y mis necesidades de ahora no se corresponden con las de ellos.
No puedo sacarles de su mundo para traerles al mío cuando yo quiera...pero
ahora....me gustaría y no deja de dolerme cuando los quiero traer y ellos se
resisten.
Sin dejar de
lloviznar hemos tomado la E 16
que ha descendido a un hermoso valle, el Vangsmjosa, encajado entre imponentes
paredes. La temperatura ha subido apenas 3ºC . En Oye nos
encontramos con una bonita iglesia, la Oye
Stavkyrkje , pequeña, coqueta y con unas bonitas vistas
al lago.
A la entrada
nos esperaba Elisabeth, una noruega de personalidad fuerte, pero amable y
simpática, ataviada con las ropas típicas. Cuando la decimos que somos
españoles comienza a hablar en castellano. ¡Qué delicia!. Ha sido toda una
sorpresa. Elisabeth superaba fácilmente los 70 años y es una vikinga de sonrisa fácil y amplia, luminosa y alegre
que tiene una hija que trabaja en Jerez
de la Frontera ,
como arquitecta ayudando a su marido, también arquitecto noruego. Ella adora
España, pero confiesa que sobre todo envidia nuestro carácter comunicativo,
cálido, expresivo y extravertido, tal cual somos nosotros. Dice que su hija es
una estudiosa y amante de la cultura española. En fin, eso después de abonarla
casi 7 euros por cabeza para poder ver el interior de la iglesia, que
sinceramente, merece la pena, ya que tiene algunas características que no habíamos
visto en las que cinco años atrás habíamos visitado.
Las que
conocíamos tenían una única nave, pero en ésta el altar esta separado del resto
accediendo a él a través de un arco y tiene colgado un crucifijo de madera del
XI, aunque nos dice que la imagen del
cristo no se corresponde con la cruz, siendo posterior. Elisabeth se explica
muy bien, mezclando frases y palabras en español con inglés.
Se esfuerza en
hablar nuestro idioma, y eso yo lo agradezco enormemente a estas alturas del
viaje y más en una persona de su edad que se maneja perfectamente en inglés.
Nos enseña la pila bautismal, de madera, única en Noruega, donde bautizaban a
los niños por inmersión completa aunque dice que de las casas traían las
piedras calientes para calentar el agua. Nos cuenta cosas curiosas, como
que no había curas, que sencillamente
los grandes señores les dijeron que tenían que construir una iglesia, pero
ellos no sabían cómo, ni tenían medios, ni dinero. Así que utilizaron la misma
técnica que para construir los barcos vikingos, usando únicamente la parte más
alta de los pinos que crecen en las cimas de las montañas, que es la mas
fuerte. Esto y la brea, es lo único que puede explicar que se hayan conservado
hasta nuestros días. Ésta en concreto parece ser que permaneció enterrada
debajo de otra más actual hasta que fue encontrada. El suelo y la parte
inferior es original del siglo XII y el techo restaurado ya que posiblemente se
utilizaron sus maderas para construir la posterior.
A la entrada y en el exterior se quedan los símbolos
vikingos relativos a sus dioses enmarcando la puerta de acceso. Nos enseña un
corredor abierto en el que oían misa aquellos a los que no se les permitía la
entrada que eran aquellos cuyas enfermedades no podían explicarse como
parkinson o epilepsias y recibían la comunión por unos agujeros que se
conservan en la pared.
Nos confesó
que éramos los primeros españoles que recibía en la iglesia, comentario que ya
hemos oído en alguno de nuestros viajes. Al final nos relajamos e
intercambiamos opiniones de todo tipo y debió disfrutar con nuestra visita por
que llegaron otros visitantes a los que sencillamente no atendió prolongando su
jornada en más de media hora.
Elisabeth es
adorable, y siento por unos instantes que nuestros corazones se han tocado, así
que al final nos hacemos unas fotografías juntas. Cuando nos las muestra Angel
ella dice que ahí hay dos mujeres....y se atasca, por lo que yo utilizo el
calificativo de “fuertes”, pero ella me corrige y utiliza otro aún más hermoso,
dice que somos dos mujeres “felices”. Ambas tenemos razón, aunque creo que ella
ha acertado más que yo. Nuestras caras irradian felicidad pero también
fortaleza de espíritu aunque a veces esa apariencia de fortaleza oculta
fragilidad y sensibilidad y resulta una buena protección. Pero también es un
arma de doble filo...pero no es momento para estas reflexiones. Me pregunta mi
nombre y me dice si equivale a angélica. Le digo que no, que es “ángel” y me
pregunta con una enorme sonrisa si yo soy uno de ellos a lo que le contesto que
no, que eso...es muy aburrido. Reímos juntas y nos despedimos, pero siempre
llevaré su sonrisa en mi corazón.
Continuamos
por la E 16,
estupenda carretera que discurre junto a
hermosos lagos que son iluminados tímidamente por la luz del sol que traspasa algunas
nubes un poco menos densas. Entonces, y aunque sea sólo fugazmente, los colores se iluminan y se intensifican,
sobre todo los verdes y azules del agua. El aire es limpio y claro.
Empezamos a
buscar un lugar tranquilo donde pasar la noche.Dejamos atrás Vang donde
teníamos señalados un par de lugares que no son de nuestro agrado y nos encontramos
en Lomen con otra señal de iglesia. No podemos resistirnos y dejamos la autocaravana
en el aparcamiento destinado para ello, junto a otra italiana y ascendemos.
Está ya cerrada pero encontramos una curiosa
peculiaridad: tiene campanario aunque apartado del edificio de la
iglesia así que después de rodearla subimos, bueno, mejor, trepamos a él disfrutando
de unas hermosas vistas sobre el valle.
Ahora si ya
nada nos entretenía nuestro único objetivo sería encontrar un sitio de pernocta
que hasta llegar a Fagernes no localizamos. Y es que ya hemos visto más de un
lugar con señales de “no camping”. No
sabemos si es el sur del país solo, o Noruega está cambiando. De hecho, a
escasos 50 metros ,
junto al río, hay una señal de
prohibición. Aquí recibiremos la noche y
nos prepararemos para acercarnos a la capital, a Oslo.
Cuando bajamos
a explorar los alrededores descubro que la autocaravana lleva una capa de
polvillo gris bastante densa desde las ruedas hasta casi la mitad. Parece que
venimos de Islandia. Como dice Angel cada vez que exclamo algo sobre “la capa
de mierda llevamos”: “es que somos exploradores...”.
Expulsados del paraíso.
15 de julio. Lunes
Itinerario:
Fagernes-Crta 51 a
Gol-Crta.7(la Hallingdal )-Oslo
Pernocta:
Oslo . Aparcamiento junto estación de tren (N59.96872;E10.73414). Gratuito.
Kilómetros: 249
Cuando voy a
cenar me doy cuenta de que he calculado
mal un medicamento. Y es que después de los 50 no solo los cuerpos se ponen
tontos, sino también las cabezas. Llevo medicinas de todo tipo, menos la mía, hormonas..
Y lo peor, no creo que me las vendan. Así que decido ir tomándolas en días
alternos y luego ya cada tres días. Intentaré que me las vendan aquí, y si no en Dinamarca, pero difícil. Me enfado
mucho conmigo misma. Estas cosas no me ocurrían antes y ahora no deberían
pasarme. Yo creía que sabía contar más de quince...¡qué decepción!
Bueno cenamos
y nos fuimos muy tarde a la cama, a eso de las 12 de la noche.
El día parece
más amable que el de ayer y aunque está algo gris, de vez en cuando las nubes
dejan ver el color azul del cielo. Y la temperatura ha subido a 15ºC , cosa que ayer, con 4ºC , parecía imposible. Decidimos poner rumbo a
Oslo por la 51 que en primer lugar se
dirige a Gol para después tomar la 7 por la Hallingdal con rumbo
directo a la capital, siguiendo los
consejos de nuestro guru particular Carhec y
deteniéndonos en aquellos lugares que nos resultaran interesantes. Pero
antes debemos cargar y descargar agua e intentar comprar la progesterona.
Para esto
último, hacemos un primer intento en Fagernes. No resulta. Requiere receta.
Pero insisto y en otro centro comercial lo vuelvo a intentar y creo que lo voy
a conseguir. Le muestro la caja, les pido algo similar, ponen cara de haba, les
digo que son hormonas, en concreto progesterona y me trae una caja que dice
tener 0,5mg –yo tomo100 mg/día- y me fijo, y… menos mal!, porque resulta ser por vía vaginal. Le digo que no, que es por vía
oral y me dice que las hormonas “to eat”
son con prescripción médica así que mi gozo en un pozo. Luego comentamos juntos
lo que la vikinga me quería colar: primero, parecido al chiste de los
supositorios, el que se los comía y dijo indignado al médico que si pretendía
que se los metiera por el culo…pues por ahí, por ahí. Y en segundo lugar, si la
dosis diaria que tomo es de 100 mg, con lo que me vendía de 0,5mg hubiera
necesitado ponerme....200!!!! en lo que hubiera invertido más de tres horas
contando a uno por minuto. ¡¡¡Que vicio!!!.
Después de
unas cuantas risas, proseguimos nuestro camino ascendiendo para luego circular
durante bastantes kilómetros por lugares con escasa vegetación, lagunas, muchas
ovejitas y casitas de madera. La carretera es muy transitada, justa de ancho y con mal firme. Luego comenzó
el descenso en pronunciada pendiente para terminar junto a un gran lago y
discurrir a partir de ahora a orillas de otros mayores rodeados de densa
vegetación. Bonita, pero después de los que habíamos visto días atrás, a mi me
pareció una carretera algo sosa y aburrida.
Lo único que
rompió la monotonía fue la visita que hicimos a un cráter donde había impactado
un meteorito. Angel dijo que podría ser interesante así que nos desviamos unos 3 km , pagamos 10 eurazos cada
uno, nos dieron una sencilla explicación en inglés a los cuatro que estábamos para
terminar indicándonos un camino hacia el centro del cráter. Y allí nos
encaminamos hasta llegar a un cartel que lo indicaba. Bueno, con un poco de imaginación
y de fé, se ve, pero hacen falta ambas cosas...y a la vez.
Desengañados
proseguimos nuestro acercamiento a la capital. Y nos damos de frente con
un Mcdonald’s, imagen que asocio con la
posibilidad de Wifi, así que entramos en
su busca, pero todos mis intentos resultaron infructuosos. Y me fui mas
cabreada que una mona mascullando que si en España y Francia, que somos más
pobres, tenemos wifi en cualquier sitio, porque aquí no. O son más tacaños o
están algo más atrasados en estos temas.
Tras
descansar, reanudamos el viaje. Decidimos pasar la noche en el aparcamiento
gratuito que había al norte de la capital, ya que el área, situada en el puerto,
vale 27 eurazos y no íbamos a llegar antes de las 18,30. Solo para cenar y dormir,
así que pusimos las coordenadas. Anillo, “tunnelen” tras “tunnelen” y llegamos
a lo que es un gran aparcamiento al lado
de la estación del tren de cercanías y junto a otra autocaravana más de una
pareja de jubilados franceses. Y si no llega a ser por ellos nos habíamos ido
porque, entre otras cosas, comprobamos
que el aparcamiento en cuestión era una
pista de autoescuela donde vienen a hacer prácticas, aunque también a hacer
“trompos” y derrapes varios. Esto me ha decidido a irnos mañana al área para
dedicar el día a la ciudad, centrándonos principalmente en el museo de los
barcos vikingos y en Vigeland.
51 a Gol-Crta.7(la Hallingdal )-Oslo
Km totales: 486
Km acumulados: 4.241
Lugares de pernocta:
Fagernes. (60º59´09.62"N;9º13´45.63"E)
Oslo. Aparcamiento junto estación de tren (N59.96872;E10.73414)
Anterior
(Ir a la parte inferior izquierda de la página:
"Navegando por mi sueño")
Resumen
Itinerario: Gaupne-Sogndal-Manneheller-Fodnes (Ardalsfjorden.Ferry: 99 Kr)-Ardalstangen- Eidsbubarden-Oye Stavkyrkje-E-16-Lomen-Fagernes-Crta Km totales: 486
Km acumulados: 4.241
Lugares de pernocta:
Fagernes. (60º59´09.62"N;9º13´45.63"E)
Oslo. Aparcamiento junto estación de tren (N59.96872;E10.73414)
Anterior
(Ir a la parte inferior izquierda de la página:
"Navegando por mi sueño")
Siguiente
(Ir a la parte inferior izquierda de la página:
"La capital")